El siglo XXI cambió todo. Si bien ya el sonido era digital gracias al compact disc (CD), su reproducción seguía siendo manual y analógica. Pero con la llegada de Internet y de los primeros dispositivos especializados solo en música, todo cambió, y el iPod llevó la delantera. Su surgimiento y popularidad implicó que la música ya dejara de depender de un dispositivo externo y se convirtiera solo en un archivo que, a través de algunos mecanismos, se descargara y pudiera funcionar de manera ágil.
Todos esos cambios se concretaron a través del iPod, que fue un dispositivo transgresor producido por la empresa estadounidense Apple, y que le dio fama en todo el mundo. A partir de ahí, nació el iPod Classic, que fue el modelo tradicional, para seguir con el iPod nano, el iPod Shuffle que incluso llegó a funcionar sin pantalla y el iPod Touch, que funcionó como un antecedente de los iPhone y que aún existe activamente para la venta.
Un nuevo nicho de mercado
Naturalmente, Apple es solo una empresa y aunque hubo consenso en la calidad de sus productos, no todos podían costearlos. E incluso, aquellos que lo costeaban no podían comprar música en iTunes por todo tipo de limitaciones, por lo que terminaban obteniéndola por otros medios. Pero el modelo de negocio estaba.
Ante eso, se consolidó un grupo de dispositivos adicionales que funcionaban de una manera similar a un iPod, pero sin una interfaz y sistema respaldados por Apple, lo que les restaba calidad. En general, los MP3 y MP4 pasaron a ser dispositivos tremendamente populares, que se dieron a conocer en todo el mundo y que se pudieron vender también con facilidad. Muchas veces, estos dispositivos funcionaban como un pendrive, en el que había que descargar la música, agregarla y posteriormente, escucharla.
Música incorporada
El camino de estos equipos se fue dejando pasar con la consolidación de los teléfonos inteligentes. Durante la primera década del 2000, todos estos equipos funcionaban con el fin específico de reproducir audio, si acaso video, y mucha música, aunque también podcasts y algunas fotos. Sin embargo, cuando los smartphones empezaron a tener capacidad y rendimiento para funcionar con estos sistemas, los iPod fueron quedando gradualmente de lado, aunque su uso aún se pueda ver.
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